Me devora el tiempo
que no te respiro.
Aquel que no me pierdo,
en tu perfume.
Sálvame,
y llévame
al infierno.
Decía Maslow, que si solo tienes un martillo, cualquier problema será un clavo. Siempre me ha gustado, aun a riesgo de que me llamen "chaquetero" o "veleta", buscar en la caja de herramientas aquella que se adapta al contexto y al problema, en cada momento y lugar. Es muy saludable dar una vuelta por las tiendas de bricolaje, y observar cuantas soluciones nos ofrecen las múltiples cajas de herramientas que el ser humano tiene a su alcance, para arreglar aquello que se rompe o hay que hacerle un mantenimiento preventivo.